La Paz, Bol.- El gobierno de Bolivia denunció este sábado una vez más que está en marcha un plan de “golpe de Estado” dirigido por grupos cívicos radicales y llamó a la oposición a deponer la violencia que en los útimos días causó la muerte de tres personas y casi un centenar de heridos.
El Ministerio de Relaciones Exteriores emitió esta mañana un comunicado, bajo el título “Bolivia: Golpe de Estado en proceso”, en el que alerta a la comunidad internacional sobre el llamado del dirigente del Comité Cívico Pro Santa Cruz, Fernando Camacho, a desconocer al gobierno.
La cancillería “alerta a la Comunidad Internacional sobre los últimos acontecimientos registrados (en el país), que ponen en evidencia la implementación de un plan de golpe de Estado, provocado por grupos cívicos radicales”.
El Ministerio acusó que Camacho ratificó el viernes de manera pública su llamado a la “interrupción del orden constitucional”, al convocar a la Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional a desconocer al Gobierno Constitucional y a exigir la renuncia del presidente de Bolivia, Evo Morales.
Luego hizo referencia al amotinamiento policial que comenzó el viernes y que este sábado se extendió en varias ciudades del país, en una movilización a la que se unió la población y protagonizaron manifestaciones multitudinarias pacíficas.
“Algunos grupos policiales del país se replegaron a sus unidades policiales, abandonando su rol constitucional de velar por la seguridad de la sociedad y las instituciones del Estado”, denunció la cancillería.
Llamó a los diferentes actores políticos a abandonar los actos de violencia y a cesar los enfrentamientos “con el propósito del romper el orden constitucional”, y ratificó la vocación pacifista de Bolivia.
Camacho anunció el viernes que el lunes próximo entregará a Morales una carta con la petición de que renuncie a la Presidencia, luego que esta semana intentó en dos ocasiones llegar a la sede presidencial para cumplir su cometido, pero fue impedido por grupos afines al mandatario.
Las protestas en Bolivia se intensificaron luego de las elecciones generales del 20 de octubre pasado en las que Morales ganó su tercera reelección, y que la oposición desconoce y ahora exige que el mandatario renuncie al cargo.
El miércoles se registró al menos un muerto, 90 heridos y tres detenidos durante los enfrentamientos entre manifestantes opositores y afines al gobierno en Cochabamba.