Diana Alejandra Aboytes es una escritora celayense que ha participado en diversas antologías dentro del estado de Guanajuato. Su poesía ha engalanado numerosas veces el periódico Sol del Bajío. En redes sociales, la escritora departe con los lectores y los compañeros y compañeras de oficio su voluntad de vivir enamorada de la literatura y del amor mismo.
- ¿Desde cuándo escribes y cómo fueron tus inicios en la literatura?
En el año del 2010 tuve la osadía de escribir dos poemas. Y por azares del destino, en el año del 2011 llegué a las puertas del Taller Literario Diezmo de Palabras. Se dice que “cuando el alumno está listo, el maestro aparece.” Y en mi caso aplicó perfecto: el maestro y escritor Herminio Martínez me permitió estar ahí y aprenderles a todos. Con ellos he pulido mi textualidad, si se me permite expresarlo así. - ¿Dónde has publicado tu trabajo?
De inicio fui publicada en el Sol del Bajío, diario de mi localidad. Después vinieron diversos libros de antologías, ya sea por participación en concurso o por ediciones propias de nuestro taller, con apoyo del Sistema de Cultura de Celaya. También me han invitado a publicar textos o poemas en Tachas de Es lo Cotidiano, periódico en línea. - ¿Cómo te describirías como poeta?
Con frecuencia, la sensualidad versa a mi nombre… Con la libertad como bandera y la sutileza como límite. - ¿Cómo te visualizas en el panorama literario de tu ciudad?
Cada vez con más ahínco, somos más las personas que tenemos algo que contar y lo escribimos de manera literaria, nos vamos abriendo paso y los caminos conducen a puertas y ventanas que antes estaban selladas. Cabe mencionar que en esto ha sido apoyo el director en turno del Sistema de Cultura de Celaya, Lic. Dagoberto Serrano. - ¿Cómo es tu relación con las redes sociales?
¡Estupenda!… Ha sido ventana a conocer y compartir de manera virtual con personas del gremio literario. Y además ha sido aparador, por decirlo de alguna manera, para exponer mis cuentos y poemas. Aparte de lo grato que es socializar por estos medios, ahora que se han convertido de primera necesidad por aquello de los encierros pandémicos. - ¿Cuáles son tus temas y obsesiones literarias?
Mis temas son los clásicos: el amor, desamor y el erotismo como consecuencia. La vida en si misma con sus respectivos bemoles o la muerte como resultante en el desarrollo de una historia. Tengo inclinación por el erotismo como género literario. Y como obsesión en sí, no tengo alguna. No sé si en ello quepa el hecho de que me gusta la brevedad textual, solo textual, jeje. Por consiguiente mis textos o poemas tienen esa característica. - ¿Aparte de escribir, a qué más te dedicas?
Me desempeño como recepcionista en un taller de reparación de línea blanca, propiedad de mi padre. - ¿Qué opinión te merece el panorama de escritoras en el estado de Guanajuato?
Precisamente, hace unas semanas estuve incluida en un libro de antología de mujeres en las letras, de Celaya y la región. Y me complace descubrir que cada vez somos más las féminas que apostamos por dar rienda suelta a la imaginación y escribirla para concretarla en papel. Ya no esperamos el permiso: nosotras nos lo damos. - ¿Cómo es tu relación con el amor?
En mi imaginación siempre está presente, de él me nutro para escribir desde donde se hace y confluye. Me gusta el amor, aunque ha de sentirse acosado por mí porque se me esconde, jajaja. Por eso, como dice una frase: “el amor y yo tenemos un pacto, ni él me busca, ni yo lo encuentro.” - ¿Cómo afectó o modificó la pandemia tu creación?
La afectó de manera relativa, porque por un año no podíamos tener asistencia a nuestro taller literario. Nos vimos en la necesidad de tener algunas sesiones en la frialdad que ofrece la vía por Zoom. Hacía falta la convivencia persona a persona. Esto trajo como consecuencia desencajarme por unos días, pero mi resiliencia me sacó a flote y me salvó del naufragio como tantas veces me ha ocurrido. Esto derivó al nacimiento de un cuento referente a la pandemia y su encierro colgado al hombro que titulé “El amor antes del fin del mundo”. Mismo que mandé como participación a un concurso convocado desde Guanajuato capital, por Ana Paulina Calvillo. Fue seleccionado y aparece en la antología titulada Escritura desde el encierro, creada por editorial Los Otros Libros. Así que finalmente le saqué provecho al mal momento. - ¿Qué estás leyendo actualmente?
El libro que me está haciendo suya todas las noches es Carta a Leontine, de Raffaello Mastrolonardo. - ¿Tienes lugares y tiempos favoritos y manías a la hora de escribir?
Me aíslo yéndome al balcón de mi recámara o a la banca que descansa en el patio. Por lo regular lo hago de noche con música de fondo y una gran taza de café. Tengo la manía de morder el bolígrafo mientras corren las palabras por mi mente. - ¿Cuáles son tus planes para el resto del año?
¿Planes para el resto del año?…Nunca me ha gustado planear a largo plazo, es demasiado tiempo como para anticiparse a algo que quizá no ocurra. Lo que si tengo claro es continuar leyendo más de lo que escribo. Y seguir participando en algunos concursos. - ¿En qué proyectos artísticos trabajas actualmente?
Tengo un amigo poeta en Argentina que me ha invitado a que le dé voz y presencia a dos de sus poemas que proyectará en su canal de Youtube. En estos días estaré grabando los videos. Y con los compañeros de taller literario tenemos proyectado, para el 16 de julio del año en curso, presentar un libro de poemas titulado Nostalgia. - ¿Cuáles son los principales retos de ser una mujer escritora en la actualidad?
Yo creo que el principal reto es con nosotras mismas, porque considero que no existe marginación o freno alguno que no nos permita desarrollarnos en lo que compete a la escritura. Antes bien, siento que sí somos bien acogidas por los compañeros escritores y por nuestros lectores.